«Pude complementar mi praxis con un pensamiento sistémico adaptado a las necesidades cambiantes del ser humano»
Edisson Armando Tarupí Montenegro es el primer egresado de la región en completar el Programa de Postdoctorado en Ciencias de la Sostenibilidad que llevan adelante de forma conjunta la Universidad Centro Panamericano de Estudios Superiores (Unicepes) de México y Fondo Verde del Perú, instituciones que han contribuido con una beca a subvencionar los estudios del investigador ecuatoriano.
El propósito de este postdoctorado especializado a distancia, o postdoc a secas, como se lo conoce en la jerga educativa, es «divulgar y fortalecer la producción de trabajos de relevancia científica cuyo objeto sea analizar la naturaleza y sus relaciones con el ser humano, al tiempo de contribuir al desarrollo de políticas ambientales sostenibles en el marco de la administración, la empresa y la industria».
La profesora Loraine Giraud, doctora en Desarrollo Sostenible por la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, ha sido la encargada de asistir durante nueve meses de trabajo a Tarupí Montenegro, economista, docente e investigador de 50 años de edad.
Acompañarlo en el rol de tutora fue muy gratificante, pude guiarlo en el proceso de investigación, impulsándolo de manera sistemática, coherente y lógica en el propio desarrollo de su investigación.
Por motivos laborales, quince años atrás Tarupí Montenegro halló en Colombia su país de residencia, si bien su vocación lo ha llevado por toda la vasta geografía de América, estudiando en la Argentina, Chile, México y Canadá. Hoy, con un dilatado palmarés académico a cuestas, ya tiene en su haber sendas maestrías en Economía, Gerencia Ambiental y Desarrollo Sustentable, entre otras
Ha sido una experiencia desafiante y enriquecedora; pude complementar mi praxis investigativa con un pensamiento sistémico adaptado a las necesidades cambiantes del ser humano y sus organizaciones, haciendo un análisis prospectivo de las políticas públicas que deben considerarse para mantener y conservar el medio que nos sustenta.
Como parte de su postdoctorado, Tarupí Montenegro obtuvo también una licencia profesional como Director de Sostenibilidad bajo la norma PMA, el primer estándar voluntario de certificación de competencias específicamente diseñado por el Instituto Tecnológico del Medio Ambiente (ITMA) del Perú para los especialistas latinoamericanos que revisten en el sector verde de la región.
«Precisamos del vínculo entre el sistema económico y el sistema ecológico, entre la sociedad y las demás especies», comenta. Para él, como agentes dinámicos del gran ecosistema global, los profesionales en medio ambiente calificados «generarán un impacto contundente y continuo que permitirá replicar las consideraciones bioéticas en función de conservar nuestra calidad de vida».
Tarupí Montenegro, doctor en Sostenibilidad desde el año 2019, comenzó sus estudios postdoctorales el 28 de septiembre del año último, logrando el título con su investigación «Aportes de la sostenibilidad: un análisis desde el entorno de los emprendimientos», con la cual, agrega Giraud, «ha generado un aporte a la sociedad del conocimiento, invitando a introducir nuevos componentes en el modelo de negocio del emprendedor sostenible».
De acuerdo con el trabajo final presentado a últimos de mayo, para que las actividades emprendedoras se correspondan con un marco de sostenibilidad, «no solo se trata de intensificar el beneficio económico del negocio, sino de compensar al medio ambiente». Vale decir, de que los servicios ecosistémicos «sean contemplados en la propuesta de valor de los emprendimientos para alcanzar no solo la sostenibilidad económica, sino el bienestar social y ambiental mundial», explica Tarupí Montenegro.
—¿Qué futuro tienen los negocios con ‘conciencia ambiental’ en la región? —le preguntamos.
—Las personas van a valorar la dimensión ambiental y el aporte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para implementar la sostenibilidad en los negocios —respondió, y añadió—: «Los nuevos emprendimientos seguirán atendiendo las necesidades del ser humano, pero reconsiderando nuestras acciones y repensando nuestro comportamiento para no afectar la disponibilidad de bienes y servicios ambientales actuales ni de las futuras generaciones».